Durante más de dos décadas, las memorias USB fueron aliadas indispensables para guardar, compartir y transportar archivos. Sin embargo, la evolución tecnológica y la expansión del almacenamiento en la nube han relegado a los pendrives a un uso marginal, limitado a tareas específicas o entornos desconectados.
Hoy, las exigencias de velocidad, capacidad y compatibilidad superan ampliamente lo que puede ofrecer una memoria USB tradicional. Aunque existen modelos de hasta 2 TB, su costo y rendimiento no compiten con los discos SSD externos, que ofrecen mayor espacio, velocidad de transferencia y conectividad moderna a precios similares.
La mayoría de los pendrives aún utilizan conectores USB-A y memoria flash lenta, lo que los vuelve incompatibles con muchos equipos actuales y poco eficientes para mover archivos pesados. En contraste, los SSD externos con USB-C o Thunderbolt permiten editar video, hacer copias de seguridad o compartir grandes volúmenes de datos en segundos.
Las tarjetas SD y microSD también ganan protagonismo, especialmente en cámaras, smartphones y notebooks. Su tamaño compacto, precio accesible y versatilidad las convierten en una opción ideal para usuarios que buscan movilidad sin sacrificar capacidad.
Pero el cambio más profundo es la adopción masiva del almacenamiento en la nube. Plataformas como Google Drive, iCloud, OneDrive o Dropbox permiten acceder a los archivos desde cualquier dispositivo conectado, eliminando la necesidad de transportar soportes físicos. La sincronización automática y la edición colaborativa redefinen la portabilidad digital.
Aunque los pendrives aún se utilizan para instalar sistemas operativos o en entornos aislados por seguridad, su papel en la vida diaria se desvanece. El avance del 5G, la integración entre dispositivos y la conectividad permanente marcan el fin de la dependencia de soportes físicos.
La era del pendrive llega a su fin, dando paso a un ecosistema digital más ágil, seguro y conectado. El futuro del almacenamiento ya no cabe en un bolsillo, sino en la nube.
✍️ Redacción Diario Inclusión










