La automotriz Tesla enfrenta una nueva investigación federal en Estados Unidos tras múltiples reportes de comportamientos peligrosos en sus vehículos con sistema de conducción autónoma. Según denuncias recibidas por la NHTSA, algunos autos giraron en sentido contrario y cruzaron semáforos en rojo, poniendo en riesgo la seguridad vial.
La investigación se centra en el software de Autopilot y Full Self-Driving (FSD), tecnologías que Tesla promociona como avances hacia la autonomía total. Sin embargo, los incidentes reportados sugieren que el sistema podría no estar respondiendo adecuadamente a señales de tránsito ni a la lógica de circulación.
Los casos más graves incluyen maniobras erráticas en intersecciones, giros indebidos y desobediencia a semáforos, lo que ha generado preocupación entre autoridades, usuarios y expertos en seguridad automotriz. La NHTSA ya había iniciado investigaciones previas sobre Tesla, pero esta vez el foco está en comportamientos que podrían derivar en accidentes fatales.
Tesla, por su parte, no ha emitido un comunicado oficial sobre esta nueva investigación, aunque en ocasiones anteriores ha defendido la eficacia de sus sistemas y ha atribuido los errores a fallos humanos o mal uso de la tecnología. No obstante, los reguladores insisten en que la responsabilidad recae en el fabricante cuando se trata de conducción automatizada.
La polémica se suma a una serie de cuestionamientos sobre la transparencia de Tesla en sus pruebas de software y la forma en que comunica las capacidades reales de sus vehículos. Algunos analistas advierten que la empresa podría enfrentar sanciones o llamados a revisión masiva si se comprueba que los fallos son sistemáticos.
Mientras tanto, usuarios de Tesla en redes sociales han compartido videos y testimonios que refuerzan las sospechas sobre el mal funcionamiento del sistema. La investigación sigue en curso y se espera que en las próximas semanas se conozcan los primeros resultados oficiales.
Redacción Diario Inclusión