El campo, en todas sus ramas de producción, se encuentra con pocas opciones ya que el margen de rentabilidad es muy bajo considerando los insumos dolarizados.
El campo superó como pudo la crisis del gasoil que amenazó a la producción desde fines de febrero. Sin embargo, las dificultades para uno de los sectores productivos más importantes continúan. Los productores de granos reclaman que han perdido rentabilidad a causa de las subas que tuvieron en estos últimos meses los insumos. También aseguran que no hay transporte para llevar su producción a los puertos.
Los tamberos también protestan por el costo de los insumos, que están dolarizados. Utilizan una frase muy común en la actividad para describir lo que están pasando: «Nuestras vacas dan leche en pesos sin embargo comen en dólares». Los tabacaleros señalan que muchos de sus costos también están dolarizados, a lo que hay que sumarle una suba de tarifas, que son fundamentales para su producción.
Lucas Norris, presidente de Prograno, comentó que el sector finalmente pudo moverse con el tema del gasoil a «duras penas», porque fue difícil conseguir y este faltante hizo que haya aumentos de costos.
«Los números se dispararon en muchos casos y los márgenes fueron mucho menores por el incremento de los contratistas y de los fletes, pero se fue sorteando. Sí se embolsó mucho, porque en su momento no había ni gasoil ni camiones para trasladar la cosecha, por lo que el productor optó por tratar de conseguir silobolsas hasta tanto pueda cargar al puerto. Eso es lo que está pasando hoy, que tampoco hay tanta logística porque no hay fluidez de los camiones», expresó el productor.
Con respeto a la campaña nueva hay mucha incertidumbre. Hay productores que tienen los granos guardados y los van vendiendo si necesitan plata para comprar insumos o pagar responsabilidades.
En esta nueva campaña la incertidumbre también se trasladó hasta en qué cosechar. No hay semilla de maíz en el mercado por un tema climático que afectó a todo el país, principalmente al sur -pasó lo que se llama la seca- se polinizó mucho menos. Entonces la semilla de maíz está faltando, lo que ha provocado que se han disparado los precios de las bolsas y la disponibilidad esta bastante ajustada.
Lo mismo está pasando con los agroquímicos, es una cuestión bastante compleja, porque hay laboratorios que no pueden importar porque no hay dólares y dependen del gobierno que los deje importar. Todo lo que es «formulado» lo dejan entrar muy a cuentagotas.
«La verdad que se hace complicado poder armar una campaña donde uno tiene una idea de un presupuesto o ciertos productos para poder aplicar y después hay que buscar alternativas sin saber cómo lo logra. Los commodities, en su momento con el tema de la guerra habían aumentado mucho pero ahora se acomodó un poco el esquema porque empezaron a despachar barcos desde Ucrania, eso hizo que los precios internacionales bajen y hoy el número es distinto a lo que estaba. El productor tampoco puede tomar muchas definiciones porque tampoco sabe a ciencia cierta qué es lo que va a hacer», expresó Norris.
El campo ya finalizó la campaña de maíz y la soja terminó con un rendimiento «medio para abajo» -aseguró Norris-. Al no tener rendimientos importantes ayudó mucho el precio de los commodities para cerrar un número un poco favorable, lo mismo pasó con el maíz.
«La incertidumbre para esta campaña está un poco en la parte de insumos, que no sabemos qué es lo que va a haber, entonces uno va armando el esquema en función a lo que puede conseguir más fácil. La parte de los porotos, que por ahí es un poco un número más interesante, está atado al tema logístico porque los porotos se exportan en su mayoría en contenedores y al estar escaseando no se puede exportar o se dilata el tema de la carga», agregó.
