En general, las instantáneas fotográficas no suelen ser decisivas, menos en los tiempos que corren, pero lo que sí es innegable es que marcan tendencia. Ayer el intendente Gustavo Sáenz, candidato a gobernador de Salta, se dejó retratar con el diputado provincial Andrés Suriani y el concejal Alberto “Beto” Castillo, representantes de La Celeste por el Cambio, flamante organización defensora de los valores y la familia.
Ahora la zanahoria que tienta al caballo parecería ser la vacancia de la intendencia, para las que ya se están peinando los postulantes, alineándose atrás del que hasta ahora se muestra como único candidato potencial con posibilidades a quedarse con la gobernación de la provincia de Salta, Gustavo Sáenz.
Algunos ya deslizan nombres que estarían en la fila, uno de ellos sería el diputado Suriani, con adhesión en ritmo creciente de votantes, contaría con el visto bueno, más que bueno, buenísimo, de Sáenz, en su ascendente carrera política. ¿Qué diría el diputado nacional Martín Grande? Como perro al bofe por la intendencia, una vez que explotó el caso Matías Huergo, a este can le faltaron las patas para tomar distancia de su otrora amigo, pero lo que no puede borrar son las fotos que lo retratan sonriente y visiblemente más joven el día del casamiento del ahora caído en desgracia ex funcionario municipal.
Matías Posadas, el “perejil” de toda comida política –entiéndase por perejil al condimento presente en múltiples platos- estaría negociando la primera diputación, según dicen los trascendidos políticos. ¡A tener en cuenta que esta herbácea es tóxica, por algo es el veneno mortal de conejos y liebres!
“Todos los caminos conducen a Roma”, dice el refrán, pues acá en Salta, dignísimo lector, al día de hoy, la ruta estaría libre de escollos para Gustavo Saénz y su propósito tan ansiado de ser gobernador de Salta, y para Andrés Suriani, cuyo nombre en política está en franco ascenso, mientras no se aparezca entre gallos y medianoche la Bruja Mala del Oeste, como le sucedió a la recordada Dorothy Gale en su inolvidable película “El mago de Oz”… A buen entendedor, pocas palabras.
Por Roberto del Moral para Voces Críticas








