La renuncia del licenciado Facundo Camacho como Secretario de Producción y Economía del Conocimiento de la Municipalidad de Tartagal no solo marca la salida de uno de los funcionarios más visibles de la gestión del intendente Franco Hernández Berni, sino que también desnuda una crisis política interna que muchos sectores vienen señalando desde hace meses.
Camacho presentó formalmente su renuncia este 10 de diciembre, en una nota breve dirigida directamente al intendente, dejando en claro “su decisión indeclinable” de apartarse de su cargo. La jugada política va más allá de una simple dimisión administrativa: responde a profundas diferencias ideológicas y de rumbo con el modelo económico impulsado por el gobierno nacional y, lo que es más grave aún, con el posicionamiento ambiguo que el propio Ejecutivo local ha adoptado frente a esa realidad.
Luego de esto el funcionario se despidió de sus colegas mediante un mensaje que envió al grupo de WhatsApp oficial del gabinete municipal, donde expresó duras críticas hacia el intendente Franco Hernández y su entorno.
Camacho, después de escribir su despedida, se retiró del grupo. Minutos más tarde, según trascendió, el administrador del chat —presuntamente por orden del propio Ejecutivo— eliminó el mensaje. La decisión llamó la atención entre los integrantes del gabinete, ya que, lejos de ofrecer aclaraciones o respuestas a lo dicho por Camacho, el entorno del intendente optó por borrar la publicación.
El gesto no pasó desapercibido: varios funcionarios interpretaron la eliminación como un intento de silenciar una voz crítica en lugar de confrontar el contenido con argumentos, lo que profundiza la impresión de que el intendente y su entorno prefieren ocultar tensiones internas antes que afrontarlas públicamente.
Para muchos, esa reacción es sintomática de una gestión que, en vez de transparentar discrepancias y construir soluciones, opta por poner paños fríos borrando mensajes incómodos. Si cuando la verdad es evidente no hay nada que decir, como se comenta en círculos políticos de la ciudad, esta eliminación solo contribuye a alimentar la percepción de un gobierno municipal desconectado de sus propias diferencias internas.
Un mensaje cargado de críticas políticas
En su despedida, Camacho afirmó que su renuncia ya estaba decidida “hace tiempo”, pero señaló que las “mejores formas” nunca fueron comprendidas por el intendente:
“Renuncié al cargo de secretario de Producción. La decisión estaba tomada hace tiempo, solo que intentamos buscar el mejor momento y las mejores formas, pero Franco Hernández no lo entendió.”
Además, remarcó sentirse desilusionado del jefe comunal, a quien consideró parte de “la vieja política”, pese a su juventud:
“Creí que era distinto por ser joven, pero me demostró que es parte de la vieja política.”
Uno de los pasajes más duros del mensaje fue cuando Camacho denunció una “cacería de brujas” contra quienes piensan distinto dentro del municipio. Incluso comparó ese tipo de prácticas con episodios históricos de intolerancia política en el país:
“A los argentinos nos costó 30 mil desaparecidos en los 70 solo por pensar distinto. Todo esto es producto de la falta de formación política de Franco y de algunos allegados a él.”
Retención de sueldo y graves acusaciones
El exsecretario también sorprendió al revelar que, según él, el municipio le retuvo el sueldo del último mes “por revancha”:
“Mario Paz, por orden del intendente, me retuvieron el sueldo del último mes solo por revancha e intento de doblegarme.”
Camacho afirmó que el dinero será donado al hospital público de Tartagal.
Balance, agradecimiento y mensaje final
A pesar de las críticas, Camacho se mostró agradecido con el resto del gabinete:
“Estoy contento por este tiempo compartido con todos ustedes. Me llevo lo mejor y las experiencias.”
Cerró su despedida enviando un saludo de fin de año y dejando abierta la comunicación privada con quienes quieran contactarlo. Concluyó con un mensaje cargado de sentido político:
“No nos olvidemos nunca que primero está la Patria.”
Contradicciones políticas: un intendente entre dos aguas
La salida de Camacho pone en evidencia una contradicción política importante del oficialismo local. El intendente Hernández Berni se ha posicionado discursivamente como defensor del trabajo, de la producción y de los sectores populares, pero al mismo tiempo mantiene alianzas con sectores provinciales y nacionales que respaldan políticas de ajuste profundo, que Camacho considera incompatibles con ese discurso.
Esa tensión, que ya venía siendo señalada por actores sindicales y productivos de la zona, ahora se traduce en una baja visible del equipo municipal. Para quienes observan desde afuera, la renuncia no solo es una salida individual: es un síntoma de la incapacidad del oficialismo para sostener un discurso claro y coherente con sus políticas reales.
Contexto crítico: tensiones sociales y económicas
No es un secreto que la situación financiera del municipio ha estado bajo presión en los últimos meses. Informes periodísticos locales reflejaron que la Municipalidad de Tartagal tuvo complicaciones incluso para fijar fechas de pago de aguinaldos, lo que generó malestar entre gremios y trabajadores municipaliarios, con advertencias de acciones sindicales si no se garantizaban los compromisos salariales.
Además, el oficialismo ya venía siendo cuestionado por contrataciones sin criterios ni controles claros y por una gestión que, para muchos, ha sido más comunicacional que efectiva.
Un área clave sin conducción en pleno desafío
La Secretaría de Producción y Economía del Conocimiento —hasta ahora en manos de Camacho— es un pilar estratégico para Tartagal: allí se articulan programas de desarrollo económico, asistencia a emprendedores, proyectos productivos y políticas para enfrentar el impacto de un contexto nacional adverso. Su salida deja ese sector sin conducción clara en un momento crítico, justo cuando la ciudad enfrenta desafíos económicos reales y expectativas de crecimiento que no pueden ser solo retóricas.
Conclusión: una gestión en tensión
La renuncia de Facundo Camacho no es un hecho aislado, sino un terremoto político interno que expone las grietas de una administración que intenta conciliar posturas encontradas. El intento de borrar su mensaje de despedida en el chat del gabinete no hace más que reforzar la percepción de falta de transparencia y de incapacidad para gestionar diferencias internas y políticas con madurez democrática.
Ahora queda la pregunta que muchos en Tartagal se hacen: ¿seguirá la gestión escondiendo sus contradicciones o llegará el momento en que tenga que dar respuestas claras ante la ciudadanía?
Redacción: Diario Inclusión.













