En su primera semana al frente de River, Stefano Di Carlo compartió este martes un encuentro con Marcelo Gallardo y el plantel profesional en las instalaciones de River Camp. La visita se produjo en un momento clave, con el Superclásico muy cerca y después del traspié ante Gimnasia La Plata.
Según trascendió, el nuevo presidente aprovechó la charla para reafirmar el compromiso institucional con el proyecto futbolístico y para transmitir un mensaje de calma y cohesión interna. Unidad y confianza en el grupo fue la consigna que Di Carlo bajó en su primer contacto directo con los protagonistas.
El sucesor de Jorge Brito se presentó pasado este martes al mediodía en el predio de entrenamiento que el club tiene en Ezeiza y se acercó a saludar a todos los integrantes del plantel y el cuerpo técnico en una semana muy especial. A días del Superclásico, el mensaje que bajó fue de tranquilidad y apoyo absoluto, pese a las ocho derrotas en 10 partidos y la posibilidad latente de no jugar la próxima Copa Libertadores.
Tras ese breve cruce al término de la práctica, Di Carlo y Gallardo mantuvieron una reunión privada. Si bien no trascendieron detalles de la charla, se sabe que el presidente le manifestó respaldo y confianza total al entrenador. Claro que los tiempos y las urgencias apremian, y el duelo ante Boca podría cambiar totalmente el escenario.
Es que por primera vez en toda su historia como DT en River, la continuidad de Gallardo no parece estar únicamente en sus manos. La seguidilla de malos resultados y el riesgo de quedarse fuera de la próxima Copa Libertadores lo dejaron en una posición frágil.
Lo cierto es que nadie esperaba este presente. El propio Gallardo evitó hablar en conferencia de prensa el último domingo tras la reprobación más grande de su carrera en River, donde el «que se vayan todos» lo tocó de cerca.
Las conversaciones sobre la renovación quedaron en pausa. La incertidumbre sobre cómo finalizará el año y qué panorama enfrentará el club en 2026 frenó lo que hasta hace poco parecía un hecho: la firma de un contrato hasta 2029.
Aun así, en la nueva dirigencia insisten en que no conciben el próximo año sin Gallardo al frente del equipo. El silencio del entrenador alimenta las versiones que indican que su decisión final dependerá de lo que ocurra en los próximos encuentros, especialmente ante Boca y, luego, frente a Vélez en el cierre del torneo.










