Después de casi ocho años sin acceso a financiamiento en dólares a plazos medios y largos, la Argentina volvió a emitir deuda en moneda extranjera. El Ministerio de Economía, bajo la gestión de Javier Milei, anunció la colocación del BONAR 2029N, con el que recaudó USD 1.000 millones a una tasa anual del 9,26%. El título, denominado en dólares y regulado por legislación local, amortizará el 100% del capital al vencimiento en noviembre de 2029.
La licitación despertó interés entre más de 2.500 inversores, que presentaron ofertas por USD 1.400 millones. Según la Secretaría de Finanzas, el rendimiento obtenido se ubicó 550 puntos básicos por encima de los bonos del Tesoro de EE.UU., pero 100 puntos por debajo de títulos argentinos de similar duración, lo que refleja una mejora en la percepción de los fundamentos económicos del país.
El monto recaudado será destinado a cubrir vencimientos inmediatos: en enero de 2026, Argentina deberá afrontar pagos por USD 1.186 millones correspondientes a los bonos AL29 y AL30. Además, en el calendario de 2025 figuran compromisos por USD 4.200 millones, que el Gobierno busca atender sin comprometer las reservas netas del Banco Central.
Luis Caputo, ministro de Economía, destacó que la operación permitirá acumular reservas y mejorar el balance del BCRA, lo que contribuiría a reducir el riesgo país y las tasas de interés locales. “Bajar el riesgo país es clave para atraer inversiones y facilitar el acceso al crédito”, subrayó.
Desde el Palacio de Hacienda remarcaron que la consolidación de un superávit fiscal, el control estricto de la emisión monetaria y la recapitalización del Banco Central fueron factores decisivos para la caída del riesgo país. Sin embargo, advirtieron que la falta de acceso a refinanciamiento obligó a utilizar gran parte de las divisas acumuladas en el pago de deuda, limitando el crecimiento de las reservas.
La reapertura del mercado de deuda en dólares, aunque bajo ley argentina, amplía las opciones del Tesoro para gestionar compromisos con el sector privado. Según Economía, esta estrategia permitirá al BCRA avanzar en la acumulación de reservas netas y sostener la estabilidad financiera, condición indispensable para continuar bajando la inflación.
Al cierre de la jornada, el dólar mayorista retrocedió 4,50 pesos y se ubicó en $1.437,50 para la venta. En lo que va de diciembre, el tipo de cambio oficial acumula una baja de 14 pesos, mientras que el esquema de flotación administrada del BCRA fijó un tope de $1.516, dejando al valor oficial un 5,5% por debajo del límite establecido.
✍️ Redacción Diario Inclusión










