En medio de un mercado cambiario tenso y una economía real cada vez más presionada por las tasas altas, el equipo económico argentino refuerza su estrategia de “apretón monetario” para contener al dólar. Sin embargo, especialistas advierten que esta política podría tener consecuencias negativas si se sostiene en el tiempo y si el Gobierno insiste en intervenir de forma desordenada en el mercado.
Según el analista Maxi Montenegro, el riesgo principal es que el Ejecutivo adopte una postura de “masismo austríaco”, es decir, de fuerte restricción monetaria combinada con intervenciones cambiarias para forzar un techo al dólar. La señal de alarma se enciende especialmente porque se anticipa para las próximas semanas un contexto de escasa oferta de dólares en relación a la demanda, lo que podría presionar aún más sobre el tipo de cambio.
En paralelo, el Banco Central se mostró muy activo en el mercado de dólar futuro, mientras que el Tesoro reapareció como comprador fuerte de divisas en un rango de 1.270 a 1.275 pesos por dólar, a pesar de no haber aprovechado precios anteriores más bajos.
“Estás comprando dólares más caros ahora que antes, ¿por qué no los compraste a 1.100?”, cuestionó Montenegro, y advirtió que esa estrategia, junto al endurecimiento monetario, puede “estresar la economía real” en un escenario donde la actividad ya está resentida por las tasas reales positivas que desalientan el crédito y el consumo.
Lo que dice el mercado:
Consultoras como PPI ya alertaron sobre la superintervención oficial en los últimos días, con el objetivo de fijar un techo al dólar. Sin embargo, existe el temor de que la política monetaria se vuelva excesivamente rígida, justo cuando la economía necesita monetizarse para evitar una caída mayor de la actividad.
La inflación mostró una desaceleración gracias al ajuste cambiario y la política fiscal, pero la sostenibilidad de este camino está en duda si el Gobierno no permite una flotación más genuina del dólar. En ese sentido, Montenegro subrayó: “Si apostaste por la flotación, no empieces a toquetear todo. Dejá que el mercado se acomode solo”.
Panorama internacional y reservas:
La mirada del FMI también se posa sobre el manejo de las reservas, que siguen siendo bajas. La presión para acumular dólares se mantiene, especialmente tras los últimos desembolsos del Fondo y en medio de la negociación de nuevas metas.
En la semana próxima, con menor oferta de divisas por factores estacionales y comerciales, se pondrá a prueba el esquema oficial de tasas y control cambiario. El interrogante es si el Gobierno resistirá la tentación de seguir interviniendo o permitirá que el dólar encuentre su propio equilibrio.
Contexto ampliado:
Según los últimos datos oficiales, el Banco Central mantiene su política de tasas reales positivas, actualmente en torno al 47-48% para los bonos en pesos de corto plazo, mientras que la inflación mensual sigue cediendo pero a costa de un freno económico generalizado.
Para los analistas, el equilibrio es frágil: el Gobierno debe optar entre sostener el ajuste con riesgo de recesión o flexibilizar el mercado cambiario para aliviar tensiones, aunque con la posibilidad de un dólar más caro en el corto plazo.
Redacción: Diario Inclusión.









