En línea con las nuevas medidas que lanzó el Ministerio de Economía, el Gobierno enviará al Congreso en los próximos días un proyecto de ley que incluye un blanqueo de capitales y una serie de beneficios para quienes inviertan en la construcción.
La iniciativa contempla también beneficios impositivos. Privados calculan que podrían ingresar u$s5.000 M.
Como sucede habitualmente en los blanqueos, quienes adhieran “quedan liberados de toda acción civil, comercial, penal tributaria e infracciones administrativas que pudieran corresponder, como así también quedan eximidos del pago de los impuestos que hubieran omitido declarar, en función de determinadas disposiciones”, dice el proyecto diagramado. Los integrantes del gabinete económico vienen recalcando que los precios de la construcción medidos en dólares son lo más bajos de la última década. Incluso para garantizar la continuidad de esa relación extendieron el programa precios cuidados a los materiales que proveen a este sector.
Por otro lado, la construcción fue una de las más afectadas por la pandemia en el comienzo del aislamiento. Sufrió en agosto último una caída interanual del 17,7% y a pesar de que en los últimos meses se vislumbra una recuperación, acumula en el año una baja del 31,8%, según el INDEC. Desde el Gobierno consideran que por su efecto multiplicador esta actividad será central en la reactivación económica. Para eso se dispondrán también una serie de beneficios impositivos: se eximirá del pago de bienes personales por el valor de las inversiones realizadas hasta el 31 de diciembre de 2022 durante el tiempo que dure la obra, con un máximo de dos períodos fiscales y se diferirá el pago del Impuesto a la Transferencia de Inmuebles de Personas Humanas y Sucesiones Indivisas, o del impuesto a las Ganancias a quienes a la fecha de entrada en vigencia de la ley posean un avance de obra inferior al 50%.