El presidente Javier Milei envió al Congreso un proyecto de reforma laboral que incluye la figura del banco de horas extras, un sistema que busca reemplazar el tradicional pago de horas adicionales por un esquema de compensación de tiempo. La iniciativa será tratada en sesiones extraordinarias y forma parte del paquete de reformas que la Casa Rosada pretende aprobar antes de fin de año.
El banco de horas habilita acuerdos voluntarios y por escrito entre empleadores y trabajadores, donde se registran las horas efectivamente trabajadas y las disponibles para su goce. De esta manera, una jornada extensa podría compensarse con otra más corta, siempre respetando los límites legales de descanso: 12 horas entre jornadas y 35 horas semanales.
El proyecto establece que la jornada laboral no podrá superar las 8 horas diarias ni las 48 semanales, aunque se admite una distribución desigual de las horas, con un máximo de 9 horas por día. Este esquema busca dar mayor flexibilidad a las empresas y, al mismo tiempo, ofrecer previsibilidad a los trabajadores en la organización de su tiempo.
Además del banco de horas, la reforma laboral incluye otros puntos clave: reducción de aportes patronales, creación del Fondo de Asistencia Laboral (FAL) para financiar indemnizaciones, cambios en el cálculo de despidos excluyendo conceptos como aguinaldo y vacaciones, y la extensión del período de prueba a seis meses sin derecho a indemnización.
El Gobierno sostiene que estas medidas buscan incentivar la contratación, reducir costos laborales y limitar la litigiosidad. Sin embargo, sindicatos y especialistas advierten que el banco de horas podría derivar en una pérdida de ingresos para los trabajadores, al reemplazar el pago de horas extras por descansos compensatorios.
La discusión sobre el banco de horas se enmarca en un debate más amplio sobre la flexibilización laboral. Mientras el oficialismo lo presenta como una herramienta moderna para adaptar la jornada a las necesidades productivas, críticos señalan que puede precarizar las condiciones de trabajo y debilitar derechos adquiridos.
El Congreso será el escenario de esta pulseada, donde se definirá si el banco de horas se convierte en ley y transforma la forma en que se regulan las jornadas laborales en Argentina.
✍️ Redacción Diario Inclusión










