Durante septiembre de 2025, los salarios registrados —que incluyen al sector privado formal y al público— aumentaron apenas 1,3% promedio, mientras que la inflación del mes fue del 2,1%, según datos del INDEC. Esto implicó una pérdida del 0,8% en términos reales, marcando un retroceso en el poder adquisitivo de los trabajadores formales.
En contraste, el índice general de salarios —que también contempla al sector informal— mostró un incremento del 2,2% mensual y 46% interanual, superando al IPC en ambos casos. Este resultado se explica por el fuerte aumento del 5,7% en el sector privado no registrado, que compensó la debilidad de los ingresos formales.
El sector privado registrado tuvo una suba nominal de 1,4%, mientras que el público apenas alcanzó el 1,1%. Desde ACM (Analytica Consultores Macroeconómicos) señalaron que la evolución del salario real muestra signos de estancamiento, luego de una recuperación más marcada en el segundo semestre de 2024.
Según proyecciones de ACM, si la dinámica actual se mantiene —con aumentos nominales en torno al 2% mensual y una inflación anual cercana al 30%—, los salarios registrados podrían caer un 1,3% en términos reales hacia fin de año. Esto consolidaría una tendencia de pérdida de poder adquisitivo frente al avance de precios.
En la comparación con el inicio de la actual gestión, el escenario base estima una caída del 0,4% frente a noviembre de 2023. Esta evolución plantea desafíos para la recomposición del ingreso formal, especialmente en un contexto de actividad económica débil y alta volatilidad cambiaria.
El informe del INDEC también reveló que, desde diciembre de 2024, el índice de salarios acumuló una suba del 30,4%, con diferencias marcadas entre sectores: 20,4% para privados registrados, 23,9% para públicos y 77% para informales. Esta disparidad evidencia la fragmentación del mercado laboral argentino.
✍️ Redacción Diario Inclusión










