El anuncio oficial establece una baja de dos puntos en la soja, que pasa del 26% al 24%, y en sus derivados, que caen de 24,5% a 22,5%. El trigo y la cebada también retroceden dos puntos, quedando en 7,5%. En tanto, el maíz y el sorgo bajan de 9,5% a 8,5%, mientras que el girasol se reduce de 5,5% a 4,5%.
La decisión implica un costo fiscal estimado en 500 millones de dólares, aunque el Gobierno confía en que la mejora de los precios internacionales de los granos compense la pérdida y sostenga la recaudación proyectada para 2026.
Sin embargo, en el campo advierten que la rebaja no garantiza una mayor liquidación. Productores señalan que, con el actual valor del dólar, solo venderán lo necesario para cubrir costos, esperando mejores condiciones en los próximos meses. La experiencia de septiembre, cuando Caputo llevó las retenciones a cero, dejó en claro que el sector puede retener la producción hasta que el panorama mejore.
“Le va a volver a pasar”, deslizan voces rurales, anticipando que la liquidación de soja será mínima en marzo y abril, y que recién en julio o agosto, cuando el Gobierno enfrente mayores necesidades, podrían volver a negociar nuevas rebajas.
El esquema también abre un frente con el Fondo Monetario Internacional. El organismo ha manifestado su rechazo a la reducción de retenciones, dado que complica las metas fiscales comprometidas. La suspensión total de septiembre implicó una pérdida de recaudación de 0,35%, y ahora el desafío es cerrar 2025 con un superávit de 0,5% y alcanzar el 2,5% en 2026.
A esto se suma la presión de los gobernadores, que reclaman casi un punto del PBI adeudado. En ese contexto, la rebaja al campo aparece como una jugada riesgosa: puede dar oxígeno inmediato, pero compromete la sostenibilidad fiscal y la relación con el FMI.
El antecedente más reciente fue la suspensión total de las retenciones en septiembre, que buscaba forzar una liquidación de 7 mil millones de dólares. La medida fue criticada por favorecer a las cerealeras y otorgar al Gobierno apenas un alivio temporal en la previa electoral. Hoy, Caputo vuelve a apostar por la misma receta, con resultados inciertos.
✍️ Redacción Diario Inclusión










