En una jornada marcada por la tensión cambiaria y la sobreexposición mediática del Gobierno, el presidente Javier Milei participó de una entrevista con Alejandro Fantino en el canal de streaming Neura. Acompañado por Luis Caputo y Santiago Bausili, el mandatario buscó reafirmar su liderazgo político y económico. Sin embargo, el rating digital le jugó una mala pasada: fue superado por una transmisión científica del CONICET desde el fondo del mar.
Mientras la entrevista presidencial alcanzaba un pico de 42.000 espectadores, el streaming del CONICET —realizado en colaboración con el Schmidt Ocean Institute— llegó a 50.000 usuarios conectados en simultáneo. La expedición submarina, que explora el Cañón de Mar del Plata a más de 1.800 metros de profundidad, captó la atención del público con imágenes en tiempo real de especies marinas, sedimentos y ADN ambiental.
La diferencia de audiencia generó una ola de memes en redes sociales. “Increíble la cantidad de gente que elige ver un bicho prehistórico con un cerebro cero desarrollado siendo succionado en vivo. Por otro lado, muy bueno el stream del CONICET”, ironizó un usuario en X. Otros celebraron el triunfo de la ciencia pública frente al relato libertario.
Durante la entrevista, Milei ratificó su intención de ser reelecto en 2027 y presentó su “triángulo de hierro político”, conformado por Karina Milei, Santiago Caputo y Guillermo Francos. También se refirió a la corrida cambiaria, atribuyéndola a una supuesta traición de Victoria Villarruel, lo que generó más ruido interno que certezas económicas.
El contraste entre ambos contenidos —uno político, otro científico— reavivó el debate sobre los consumos culturales en la era del streaming. Mientras el Gobierno busca instalar su narrativa en plataformas digitales, la exploración del océano logró convocar más espectadores sin necesidad de promesas electorales ni polémicas partidarias.
La transmisión del CONICET, que continuará hasta el 10 de agosto, utiliza el vehículo operado remotamente SuBastian para recolectar muestras de agua, sedimentos y especies bentónicas. El evento se convirtió en un fenómeno inesperado en YouTube, superando incluso a canales tradicionales como TN y C5N.
La derrota en el rating no pasó desapercibida en el entorno presidencial. Aunque el Gobierno minimizó el dato, el episodio expone los límites de la estrategia comunicacional libertaria frente a contenidos de calidad impulsados por instituciones públicas que el oficialismo suele cuestionar.
En tiempos de crisis y sobreinformación, la ciencia logró imponerse como alternativa de interés genuino. El fondo del mar venció al fondo del relato.
Redacción Diario Inclusión