Juan Schiaretti, exgobernador de Córdoba y referente político del peronismo federal, lanzó una fuerte advertencia contra los recortes presupuestarios que afectan al sistema universitario argentino. En declaraciones públicas, afirmó que “la sociedad no permitirá la destrucción del sistema universitario”, en referencia a las políticas de ajuste impulsadas por el Gobierno nacional.
El dirigente cordobés destacó el rol histórico de las universidades públicas como motores de movilidad social, desarrollo científico y formación profesional. “La universidad pública es una conquista de generaciones y un pilar de la democracia. No se puede poner en riesgo por decisiones improvisadas o ideológicas”, sostuvo.
Schiaretti se refirió especialmente al impacto que sufren las casas de estudio del interior del país, como la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), que enfrenta serias dificultades para sostener su funcionamiento básico. La falta de actualización presupuestaria, el congelamiento de partidas y el retraso en pagos comprometen servicios esenciales como comedores, becas y mantenimiento edilicio.
En ese marco, el exmandatario convocó a la sociedad civil, a los estudiantes y a los docentes a defender el sistema universitario con firmeza. “No es un problema de los universitarios, es un problema de todos. Si se debilita la universidad, se debilita el país”, expresó, en un mensaje que busca trascender las fronteras partidarias.
El reclamo se suma a las múltiples voces que desde distintos sectores académicos y políticos denuncian el vaciamiento progresivo de la educación superior. En los últimos meses, rectores de universidades nacionales alertaron sobre la imposibilidad de cerrar el año académico sin una ampliación urgente del presupuesto.
Schiaretti también cuestionó el modelo de país que se propone desde el oficialismo, al señalar que “no se puede construir una Argentina productiva y moderna sin universidades fuertes”. En ese sentido, llamó a recuperar el diálogo institucional y a garantizar el financiamiento adecuado para preservar la calidad educativa.
La defensa del sistema universitario se convierte así en una bandera transversal, que interpela tanto a oficialistas como a opositores. En tiempos de ajuste y polarización, la educación pública emerge como un punto de consenso y resistencia.
Redacción Diario Inclusión