La Jefatura de Gabinete es el área más impactada por la reforma. Se incorporan nuevas secretarías como Coordinación Legal y Administrativa, Asuntos Estratégicos, Innovación, Ciencia y Tecnología, Turismo y Ambiente, y Comunicación y Prensa. Cada una contará con subsecretarías específicas, entre ellas Proyectos Estratégicos de Gobierno y Tecnologías de la Información.
El Ministerio del Interior también adopta un esquema renovado. Se crean la Secretaría de Interior, con áreas dedicadas a asuntos políticos, deportes y enlace legislativo, y la Secretaría de Provincias y Municipios, que suma subsecretarías para fortalecer la relación con gobiernos locales.
En el Ministerio de Economía, el decreto amplía la red de secretarías: Política Económica, Hacienda y Finanzas, Energía y Minería, Industria y Comercio, PYMES y Economía del Conocimiento, Agricultura y Pesca, Infraestructura, Obras Públicas, Transporte y Asuntos Nucleares. Estas áreas se subdividen en subsecretarías como Programación Macroeconómica y Energía Eléctrica.
La cartera de Salud se reorganiza en tres secretarías: Gestión Administrativa, Gestión Sanitaria y Políticas Integrales sobre Drogas. Cada una incorpora subsecretarías para planificación, vigilancia epidemiológica y abordaje de políticas de adicciones, con un enfoque integral.
El decreto también redefine funciones puntuales: la Subsecretaría de Asuntos Presidenciales asistirá en ceremonial y protocolo, mientras que la Secretaría de Transporte tendrá control sobre organismos clave como ANAC, CNRT y la Junta de Seguridad en el Transporte. Obras Públicas, por su parte, asumirá el control de Vialidad Nacional y el Instituto Nacional del Agua.
Un punto destacado es el traslado de la Secretaría de Turismo y Ambiente desde Interior hacia la Jefatura de Gabinete, junto con sus unidades, personal y presupuesto. El Gobierno aclaró que las estructuras por debajo del nivel de Subsecretaría se mantendrán vigentes de manera transitoria para garantizar continuidad administrativa.
La reorganización marca un nuevo capítulo en la estrategia de Milei de reducir costos y centralizar decisiones. Con este decreto, el Ejecutivo busca modernizar la gestión estatal y ajustar competencias en áreas sensibles, en un contexto de reformas profundas que redefinen el rol del Estado argentino.
✍️ Redacción Diario Inclusión










