El Gobierno nacional declaró la alerta sanitaria por sarna ovina en varios departamentos de la provincia de Chubut, tras el incremento de casos registrados en la región. La medida, oficializada mediante la Resolución 939/2025 del SENASA, tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2026 e incluye acciones obligatorias de prevención, control y erradicación de la enfermedad.
La alerta alcanza a los departamentos de Gastre, Telsen, Cushamen, Languiñeo, Paso de Indios, Mártires y Gaiman, donde se reforzarán las tareas de vigilancia para evitar la propagación del ácaro Psoroptes ovis, agente causante de la sarna ovina. El SENASA subrayó que la denuncia es obligatoria ante cualquier hallazgo compatible con la enfermedad.
Cada predio afectado deberá realizar un tratamiento antisárnico sobre la totalidad de la majada, a cargo de veterinarios acreditados o personal capacitado de la COPROSA de Chubut, bajo supervisión del organismo sanitario nacional. Estas acciones buscan contener la expansión y garantizar la sanidad de los rodeos.
La normativa también establece nuevos requisitos para el movimiento y faena de ovinos desde las zonas en alerta hacia áreas libres. Para autorizar traslados, será obligatorio aplicar un baño por inmersión antisárnico, presentar el Certificado de Inspección Sanitaria Oficial junto al Documento de Tránsito Electrónico (DT-e) y cumplir un aislamiento cuarentenario de 24 días en el establecimiento receptor.
Las autoridades remarcaron que estas medidas buscan evitar la dispersión hacia Santa Cruz, provincia declarada libre de la enfermedad en 2023. Una eventual propagación impactaría no solo en la salud animal, sino también en la continuidad de la actividad productiva y comercial de la región patagónica.
La sarna ovina es considerada una de las parásitosis de mayor impacto en la ganadería de la Patagonia. Se transmite principalmente por contacto directo entre animales y presenta mayor incidencia en otoño e invierno. Sus síntomas incluyen caída de lana, prurito intenso, costras y lesiones cutáneas, que en casos avanzados derivan en piel engrosada y zonas sin lana.
El Gobierno insistió en la necesidad de realizar revisaciones periódicas de las majadas. La observación debe comenzar a distancia y, ante comportamientos anormales, proceder a una inspección individual. En animales infestados puede detectarse el denominado “granito”, una vesícula generada por los ácaros que modifica el color de la piel hacia tonos verdosos o azulados.
✍️ Redacción Diario Inclusión










