La provincia de Salta atraviesa uno de los peores retrocesos laborales de los últimos años. Según un reciente informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), entre noviembre de 2023 y julio de 2025 se perdieron 11.253 puestos de trabajo registrados y 455 empleadores, lo que representa una caída del 4,4% y 5%, respectivamente.
Los datos, elaborados a partir de registros de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), reflejan un deterioro sostenido del tejido productivo desde que Javier Milei asumió la presidencia. Las pérdidas se concentran en los sectores de agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, que retrocedieron 4.937 empleos y 216 empleadores, y en la construcción, con 4.323 puestos menos. Entre ambos rubros explican casi la mitad del total de la caída.
El comercio, por su parte, perdió 168 empleadores y 502 empleos, mientras que gastronomía y alojamiento redujeron 38 empleadores y 672 trabajadores, afectando al turismo en los Valles Calchaquíes y en la capital salteña.
“El deterioro del empleo formal se extiende a casi todos los sectores, especialmente en los más dependientes del mercado interno”, detalla el informe del CEPA. Solo dos actividades mostraron leves mejoras: información y comunicaciones, con 637 nuevos empleos, y salud humana y servicios sociales, con 287.
🔹 Un mapa laboral en retroceso
El CEPA concluye que “la contracción del empleo formal en Salta se da en paralelo con el crecimiento de la informalidad y la precarización laboral”, especialmente en zonas rurales. En apenas 19 meses, la provincia experimentó un retroceso estructural en su base productiva y laboral, con menos empleadores, menor empleo formal y una fuerte concentración del capital.
Mientras tanto, la promesa del gobernador Gustavo Sáenz de “cuidar el empleo salteño” se enfrenta a una realidad preocupante: cada vez menos empresas, menos trabajo y más incertidumbre en el panorama económico provincial.
Redacción Diario Inclusión
			









