El Hospital de Clínicas de la UBA encendió las alarmas: el colesterol alto se ha convertido en una epidemia silenciosa que afecta a casi la mitad de los argentinos mayores de 18 años. Esta condición, que muchas veces no presenta síntomas visibles, está directamente vinculada al estilo de vida sedentario, el sobrepeso y la mala alimentación.
El colesterol es una sustancia esencial para el cuerpo, pero en exceso puede acumularse en las arterias y provocar aterosclerosis, aumentando el riesgo de infartos, ACV y otros problemas vasculares. La doctora Analía Aquieri, cardióloga del Hospital de Clínicas, recomienda controles desde la infancia y una evaluación periódica según el riesgo individual de cada paciente.
Según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, el 25,3% de la población argentina es obesa y el 36,3% tiene sobrepeso. Además, uno de cada tres adultos no realiza suficiente actividad física, lo que agrava el panorama. La falta de ejercicio y el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados son los principales detonantes.
Para prevenir el colesterol elevado, los especialistas recomiendan una alimentación rica en fibras, frutas, verduras y pescados, junto con actividad física regular. En casos de riesgo elevado, el tratamiento farmacológico con estatinas ha demostrado reducir significativamente la mortalidad y los eventos cardiovasculares graves.
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Redacción Diario Inclusión