El mercado laboral formal de Salta atraviesa uno de sus períodos más críticos según un reciente informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), elaborado a partir de datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT). El estudio detalla un escenario de contracción que afecta tanto a empleadores como a trabajadores registrados, con impactos que alcanzan a múltiples ramas productivas.
Entre noviembre de 2023 y agosto de 2025, la provincia perdió 475 empleadores, lo que representa una caída del 5,3%. El total de firmas activas pasó de 9.041 a 8.566.
Los sectores más afectados fueron:
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Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca: –225 empleadores.
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Comercio mayorista y minorista: –181 firmas.
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Alojamiento y gastronomía: –53.
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Servicios profesionales y técnicos: –31.
En proporción, las bajas más profundas se registraron en:
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Actividades artísticas, culturales, deportivas y de esparcimiento: –16,3%.
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Servicios de organizaciones y órganos extraterritoriales: –15,8%.
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Sector agropecuario: –14,8%.
Solo algunos rubros lograron repuntar, como actividades administrativas (+34 empleadores), construcción (+22) y minería (+15).
La contracción también golpeó con fuerza al empleo formal. En el mismo período, los trabajadores registrados pasaron de 255.905 a 244.022, lo que implica una pérdida de 11.883 puestos, equivalente a un 4,6%.
Las bajas más significativas fueron:
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Sector agropecuario: –4.953 puestos.
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Construcción: –4.467.
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Transporte y almacenamiento: –1.293.
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Actividades administrativas: –810.
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Hotelería y gastronomía: –657.
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Administración pública: –565.
En términos relativos, los descensos más pronunciados se observaron en:
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Servicios de organizaciones y órganos extraterritoriales: –36,9%.
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Agricultura y ganadería: –27%.
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Construcción: –26,3%.
Aun dentro de este panorama desfavorable, algunos sectores lograron crear empleo: información y comunicaciones (+662), industria manufacturera (+471), salud (+289) y educación (+273).
El informe del CEPA advierte que estas tendencias representan un deterioro estructural profundo para la economía provincial, con pérdida de capacidades productivas, reducción del tejido empresarial y una merma sostenida del trabajo registrado.
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