Huevos, verduras, frutas y agua envasada fundamentales para reforzar la alimentación de 200 niños de 6 meses a 7 años que requieren de proteínas, fibras y agua segura para recuperarse; y un kit de elementos de limpieza. Desde el mes de enero el municipio de Tartagal decidió reforzar la ayuda alimentaria que envía la Nación y que comprende los bolsones focalizados (arroz, fideos, aceite, azúcar, yerba, harina, leche en polvo) que reciben las familias de más escasos recursos de todo el país y que tienen niños en riesgo nutricional, tanto originarios como criollos.
Pero el trabajo requiere mucho más que el reparto de bolsones porque en materia alimentaria, de higiene y en el caso de las comunidades originarias de pautas culturales, hay demasiado por hacerse. «La ayuda alimentaria mediante los bolsones focalizados es muy importante pero faltaba un poco y es allí donde debemos entrar desde el municipio para asegurar la nutrición de los niños hasta los 7 años porque de eso dependerá su vida, su desarrollo y en definitiva poder transformarse en un adulto con herramientas para enfrentar su propia vida y la de su futura familia» explica Cristian Gómez, secretario de Desarrollo Humano del municipio de Tartagal.
Desde enero pasado y en base al relevamiento que realiza el sistema hospitalario de APS (Asistencia primaria de la salud) el área de Desarrollo Humano de Tartagal entrega 200 módulos a los que se suma el kit de limpieza y el agua segura «porque los bebés y los niños que están en riesgo nutricional están muy expuestos si contraen cualquier enfermedad ; y se necesita que las mamás también adopten medidas de higiene y de limpieza porque en realidad muchas no las conocen, nunca las han aplicado y aquí tenemos que aprender a ser tolerantes y no prejuzgar sino ayudar, educar y qué mejor ayuda que el agente sanitario que conoce a la realidad de cada grupo familiar» explica Cristian Gómez.
Tal se sabe, no alcanza con repartir bolsones entre las familias de más escasos recursos, más aún si estos módulos contienen alimentos que esos mismos beneficiarios no saben cómo utilizarlos o son descartados por cuestiones culturales como en la comunidades.
El trabajo se realiza en forma conjunta con Salud Pública de la provincia «y nosotros además de este refuerzo, ponemos nuestro personal como nutricionista, asistente social, los vehículos del municipio porque la necesidad de muchas familias es enorme y el trabajo que nos espera, muy grande. Son las familias que viven más lejos de la ciudad las que requieren mayor asistencia y es una decisión que tomó el intendente Franco Hernandez Berni de no dejar a esos chiquitos que van desde los 6 meses a los 7 años pero de todo Tartagal, sin el refuerzo alimentario y que le brindemos todo el trabajo de acompañamiento a las mamás para hacer más eficiente toda la ayuda que reciban».
Gómez recordó que «en una de las últimas recorridas detectamos un chiquito de 4 años en riesgo nutricional que estaba en mal estado; el hospital lo sacó de la comunidad en ambulancia y llegó justo para la asistencia porque su vida estaba en riesgo. Gracias a Dios se recuperó porque no podemos permitirnos que muera un solo niño o bebé más de Tartagal por problemas de este tipo» consideró Gómez.
Nota: El Tribuno de Salta