Durante la sesión especial, los ediles definieron la nueva conducción del cuerpo legislativo para el período que comienza. Quedaron establecidas las siguientes autoridades:
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Presidente: Sergio Oscar Gonzáles
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Vicepresidente 1º: Emanuel Gallardo
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Vicepresidente 2º: Ramón Américo Ramos
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Secretaria Legislativa: Roxana Druve
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Secretaria Administrativa: Cintia Guzmán
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Asesor Legal: Juan Martín Crosa
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Asesor Contable: Luis Ligeron
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Asesor Político: Bruno Olegario Correa
Con esta nómina, el Concejo ya cuenta con su estructura formal para desarrollar su agenda de trabajo, debatir proyectos y dar tratamiento a las demandas municipales pendientes.
Un retorno con antecedentes: Gonzáles, Mimessi y la presidencia del Concejo
Sergio Gonzáles no es un actor nuevo en la política local. En los últimos comicios resultó electo concejal dentro del bloque liderado por Mario Mimessi.
Más aún: cuando Mimessi asumió la intendencia de Tartagal en 2019, fue Sergio Gonzáles —conocido en ese entonces como “Quitupi” Gonzáles— quien fue designado presidente del Concejo.
De ese modo, su reelección para presidir el cuerpo deliberativo implica una continuidad institucional desde el mismo espacio político, aunque en un contexto donde las equilibrios parlamentarios cambiaron. Este antecedente le da a la nueva conducción un perfil de experiencia, lo que podría facilitar una transición ágil y un funcionamiento más fluido del Concejo.
Contexto político actual y razones del cambio
El reciente recambio legislativo ocurre en medio de una reconfiguración de mayorías en el Concejo de Tartagal, tras los comicios locales. Esa nueva correlación de fuerzas permitió al bloque vinculado a Mimessi recuperar la presidencia del cuerpo.
Este cambio se enmarca en un ciclo de renovación institucional que muchos analistas locales interpretan como una oportunidad para reordenar la agenda legislativa, privilegiar el debate plural, y dar una señal de gobernabilidad frente a los desafíos que enfrenta Tartagal. Por su parte, el histórico vínculo de Gonzáles con el espacio de Mimessi sugiere que el bloque pretende retomar protagonismo en la conducción del Concejo, coordinando una nueva dinámica parlamentaria.
Expectativas, tensiones y mirada ciudadana
Aunque la vuelta de Gonzáles a la presidencia puede aportar cercanía institucional, experiencia y conocimiento del funcionamiento del cuerpo, no está exenta de controversias. Durante la gestión de Mimessi, varios episodios generaron cuestionamientos públicos, incluidos denuncias por presuntas irregularidades administrativas.
Para sectores de la comunidad —además de opositores—, esta designación representa una oportunidad, pero también un momento para exigir transparencia, debate abierto y control ciudadano de la gestión legislativa y municipal.
En ese sentido, muchos vecinos esperan que la nueva conducción impulse políticas claras en torno a servicios públicos, desarrollo urbano, obras, salud y bienestar social, al mismo tiempo que promueva una conducta institucional seria y responsable.
Hacia una nueva etapa institucional: desafíos y oportunidades
Con la nueva presidencia del Concejo, Tartagal inicia una etapa caracterizada por:
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Un liderazgo con experiencia en la conducción del cuerpo deliberativo, lo que podría dar mayor estabilidad y eficiencia a las sesiones.
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Una correlación de fuerzas distinta, que invita a la negociación, pluralismo político y posibilidad de consensos amplios.
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Mayor expectativa ciudadana sobre transparencia, rendición de cuentas y agenda legislativa enfocada en las urgencias municipales.
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Un escenario de tensión política latente, dado el pasado reciente, que exige responsabilidad institucional y compromiso real con las demandas sociales.
El nuevo Concejo Deliberante tiene ante sí una oportunidad para recuperar la confianza ciudadana, consolidar su rol de contralor del Ejecutivo y convertirse en motor de transformación para Tartagal.
Redacción: Diario Inclusión.













