Este 10 de diciembre, el licenciado Facundo Camacho presentó una nota dirigida al intendente Franco Hernández Berni en la que comunica su “renuncia indeclinable al cargo de Secretario de Producción y Economía del Conocimiento”, efectiva desde la fecha. El documento —breve, formal y sin explicaciones adicionales— marca el cierre de su gestión pero abre una crisis política dentro del gabinete municipal.
La dimisión, según pudo conocerse, no es administrativa ni circunstancial: responde a una fuerte ruptura política, tanto con el rumbo económico del gobierno nacional como con el posicionamiento ambiguo y contradictorio del Ejecutivo municipal frente a ese escenario.
Diferencias ideológicas y el límite que impuso Camacho
Camacho, economista y referente del peronismo local, decidió retirarse del cargo al no compartir las medidas económicas impulsadas por Javier Milei, centradas en un ajuste profundo, reducción del Estado, apertura indiscriminada de mercados y desfinanciamiento de áreas productivas.
Para quien venía trabajando en el fomento de la producción local, la innovación y el desarrollo económico regional, resultaba incompatible sostener una gestión que debería apoyar a las PyMES, la industria y los trabajadores mientras el gobierno nacional aplica políticas que golpean directamente a esos sectores.
Su decisión, según señalan fuentes cercanas, fue también un gesto político claro: no estar dispuesto a convalidar, desde un cargo público, un programa económico que considera regresivo y anti-industrial.
El intendente en su laberinto político: entre el peronismo y el apoyo a Milei
La renuncia exhibe de manera cruda las tensiones internas del equipo del intendente. Franco Hernández Berni, que en el plano local se referencia en el peronismo, sostiene a la vez una alianza estratégica con el gobernador de Salta, quien manifestó públicamente su apoyo a Milei y declaró abiertamente que no es peronista.
Esa alianza no es simbólica:
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Los legisladores que responden al gobierno provincial acompañaron con sus votos las leyes clave del gobierno nacional.
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Respaldaron medidas de ajuste que afectan directamente a la administración pública, la obra pública, la producción y los trabajadores.
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Mientras tanto, el municipio sostiene un discurso que intenta empatizar con los sectores afectados.
El resultado es un escenario confuso: un intendente que intenta presentarse como defensor del trabajo y la producción, pero políticamente alineado con quienes apoyan la “motosierra” y las políticas de ajuste.
“No se puede servir a dos dioses”: la contradicción que estalla
La renuncia de Camacho pone en evidencia algo que distintos actores locales vienen señalando: la imposibilidad de sostener un doble discurso.
En palabras de dirigentes sindicales y productivos de la zona:
“O se está del lado de los trabajadores, la producción y la industria, o se acompaña el ajuste y la motosierra. No se pueden sostener las dos cosas a la vez”.
La salida del economista demuestra que la contradicción ya no es solo discursiva: comenzó a tener costos concretos dentro del gabinete.
Impacto institucional: un área clave queda acéfala
La Secretaría de Producción es una de las áreas más sensibles del organigrama municipal. Desde allí se articulan programas de desarrollo económico, asistencia a emprendedores, proyectos industriales y estrategias de formalización laboral. También es un espacio clave para amortiguar los efectos del ajuste nacional en la economía local.
La renuncia de Camacho deja al área sin conducción en un momento crítico, justo cuando el contexto exige políticas claras y una dirección técnica sólida. Desde el municipio, por ahora, no se comunicó quién será su reemplazante.
Un mensaje hacia adentro y hacia afuera
La renuncia de Camacho, representa un mensaje político potente: no todos están dispuestos a sostener un proyecto que intenta conciliar el interés de los trabajadores con políticas nacionales que los perjudican abiertamente.
El episodio expone un gobierno municipal obligado a definirse, ante una ciudadanía que observa con preocupación cómo el ajuste nacional se siente cada vez más fuerte en Tartagal.
Redacción: Diario Inclusión.













