En un operativo sorpresa el expresidente de Bolivia Luis Arce fue detenido y trasladado a celdas policiales este miércoles en la ciudad de La Paz, en el marco de una investigación por presunta corrupción, según informó su exministra de la Presidencia, María Nela Prada. Por el mismo caso la justicia había ordenado previamente la detención preventiva de la exdiputada Lidia Patty, investigada por hechos irregulares en los desembolsos del Fondo Indígena para la producción de tomates.
“Se ha cometido un abuso”
“Él (Arce) estaba solo, lo han metido a un minibús con vidrios negros, es lo que tenemos conocimiento”, declaró Prada a los medios en las puertas de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (Felcc) en La Paz, a donde la exministra llegó para obtener más información sobre la aprehensión del exmandatario. Prada señaló que Arce (2020-2025) no fue notificado, ni convocado formalmente a declarar, “simplemente lo han agarrado, lo han subido a un minibús” y trasladado a la Felcc.
La detención se debe a una investigación abierta por presunta corrupción en los manejos del Fondo de Desarrollo Indígena cuando Arce era ministro de Economía y Finanzas Públicas en el gobierno de Evo Morales (2006-2019). El mandatario también tiene una causa abierta por una alta exfuncionaria que lo acusa de haberla embarazado y abandonado.
Prada dijo a los medios que si es por el caso del Fondo Indígena, Arce presentó “todos los descargos” correspondientes en su momento, cuando era ministro y recordó que, como expresidente, le correspondería un juicio de responsabilidades. La exministra, una persona de extrema confianza para Arce, consideró que “se ha cometido un abuso por completo” con la detención del exmandatario e insistió en que no fue notificado para declarar.
“Él (Arce) es además expresidente del Estado, le correspondería juicio de responsabilidades. Él se quedó en nuestro país, siempre estuvo dispuesto a dar la cara sobre cualquier situación. Y es lamentable que se haya suscitado este hecho así como ahorita está pasando”, dijo Prada al referirse al arresto. Además la exfuncionaria descartó que Arce haya sido notificado previamente, por lo que no correspondería un mandamiento de aprehensión en su contra.
El exmandatario de Bolivia fue interceptado el miércoles por la tarde cuando se encontraba por la zona de Sopocachi, en La Paz, y fue trasladado a las oficinas centrales de la Felcc. Según versiones de agentes policiales el expresidente no opuso resistencia y ante la presencia de los policías reaccionó con tranquilidad. El fiscal general del Estado, Roger Mariaca, informó que Arce decidió no prestar su declaración informativa y optó por acogerse a su derecho constitucional al silencio.
El vicepresidente Edmand Lara felicitó a los efectivos de esa fuerza por ejecutar la aprehensión de Arce, en cumplimiento de una orden emitida por la autoridad fiscal. Lara consideró que, con este hecho, se cumple la promesa de que “Luis Arce va a ser el primero en entrar preso”. “Todos los que le han robado esta Patria van a devolver hasta el último centavo y van a rendir cuentas a la justicia”, arengó el mediático vicepresidente a través de TikTok.
Más tarde el ministro de Gobierno, Marco Antonio Oviedo, indicó en una conferencia de prensa que Arce es investigado como “principal responsable” del “millonario daño económico” que hubo en el Fondo de Desarrollo Indígena, porque, como ministro de Economía, en su momento presidió el directorio de esa instancia.
El caso Fondo Indígena
Cuando Arce era ministro del gobierno de Morales, autorizó transferencias del tesoro público a cuentas personales de dirigentes campesinos, según la denuncia que motivó la detención. Una de las beneficiadas fue la exdiputada izquierdista Lidia Patty, que la semana pasada fue detenida y reveló durante un interrogatorio que el traspaso de dinero fue avalado por el entonces ministro de Economía. Patty recibió cerca de 100 mil dólares para un proyecto de cultivo de tomates.
Según una ley vigente desde diciembre de 2020, las altas ex autoridades bolivianas deben permanecer en territorio boliviano por al menos tres meses una vez concluido su mandato, con el fin de que “rindan todos los informes necesarios” y para “evitar la impunidad ante un posible hecho o acto de corrupción”. La gestión de Arce terminó el pasado 8 de noviembre, cuando fue investido presidente el derechista Rodrigo Paz. Antes de concluir su mandato, Arce aseguró varias veces que no se iría del país y que iba a volver a dar cátedra en la universidad.










