Con cerca de 2.000 sucursales distribuidas entre Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile y Perú, y una producción de 75 millones de kilos de helado al año, Grido se consolidó como la cadena de heladerías más grande del país y una de las mayores del mundo, según datos de Euromonitor. Pero detrás de este fenómeno comercial hay una historia de visión empresarial, conflictos legales y expansión acelerada.
La empresa fue fundada en Córdoba por la familia Santiago, que ya tenía trayectoria en el rubro desde la década del ‘20. Oscar Santiago, uno de los herederos de una fábrica de cucuruchos, decidió reinventarse tras la crisis de los años 90. Junto a sus cuatro hijos, ideó un modelo de negocio disruptivo: locales pequeños para reducir costos, una producción industrial de gran escala con sabor artesanal, apertura de sucursales en barrios periféricos y un esquema de expansión basado en franquicias.
En 2000, Grido —que en realidad iba a llamarse Crico hasta que se toparon con una campaña publicitaria de Frigor— abrió sus primeros cuatro locales con una inversión inicial de $100.000. Para el año siguiente, ya contaba con 50 franquicias y un ritmo de crecimiento imparable. En solo una década alcanzó más de 900 puntos de venta activos.
Sin embargo, no todo ha sido éxito. En 2010, Grido protagonizó en Rosario la llamada “Guerra del Helado”, cuando la Cámara del Helado Artesanal denunció que su modelo amenazaba a las heladerías tradicionales, lo que llevó al municipio a aprobar una ordenanza que limitaba la presencia de grandes cadenas. La medida fue derogada recién en 2022 por la Corte Suprema santafesina, que la declaró inconstitucional.
En 2012, Oscar Santiago y sus hijos Sebastián y Lucas fueron detenidos por presunta evasión fiscal por más de 200 millones de pesos. Aunque recuperaron su libertad tras pagar una fianza, la causa judicial aún no fue cerrada definitivamente.
Pese a estos traspiés, Grido no frenó su crecimiento. En 2014 diversificó su oferta con el lanzamiento de Frisio, una línea de alimentos congelados que incluye pizzas, empanadas, tartas y comidas listas. Hoy representa el 5% de las ventas en los locales, con proyección a llegar al 20% para 2030.
La compañía también apuesta a la innovación: lanzó una aceleradora de emprendimientos para incorporar nuevas ideas a su ecosistema y ya prueba en Córdoba y Buenos Aires heladeras inteligentes similares al modelo Amazon Go.
En 2022, la empresa anunció una inversión de 50 millones de dólares para duplicar su capacidad de producción y almacenamiento, lo que consolidará aún más su presencia en el mercado regional.
Detrás del nombre Grido hay algo más que helado barato: una combinación de timing, estrategia, reinvención familiar y un modelo que supo aprovechar la crisis para ofrecer accesibilidad sin resignar volumen.
Redacción: Diario Inclusión.