Un grupo de planilleros pertenecientes a comunidades originarias se manifestó este miércoles frente al edificio municipal de Tartagal, en la intersección de Belgrano y San Martín, para exigir un aumento salarial y denunciar que son los empleados que menos cobran dentro de la estructura municipal. Según detallaron, cumplen jornadas que inician a las 6 de la mañana y se extienden hasta el mediodía o más, pero sus haberes son los más bajos.
Los trabajadores expresaron que realizan las mismas labores que cualquier municipal, pero “son los únicos que cobran menos”, lo que genera malestar y una creciente sensación de postergación. También señalaron que, mientras ellos deben cumplir estrictamente su horario para evitar sanciones, existen otros empleados que “no cumplen su labor y aun así cobran más”.
Promesas incumplidas y falta de diálogo
El referente del grupo afirmó que durante el cierre de campaña del actual intendente, Roberto Romero, pudieron plantearle la situación y recibieron como respuesta el compromiso de una reunión los días martes. Sin embargo, aseguran que nunca fueron atendidos, pese a múltiples llamados y mensajes enviados.
“El intendente se hace el oído sordo desde que ganó las elecciones”, lamentó el vocero, quien agregó que durante la campaña se acercaron a las comunidades con promesas que nunca se concretaron. “Después de las elecciones no hay nada para las comunidades”, aseguró.
Comunidades abandonadas y dificultades cotidianas
Además del reclamo salarial, los manifestantes denunciaron que las comunidades donde viven continúan “abandonadas”, sin luz, con calles en mal estado y con múltiples necesidades básicas sin resolver. En ese contexto, remarcan que muchos de los trabajadores son padres de familia y que “hoy en día una quincena de cien mil pesos no alcanza para nada”.
Corte parcial y mediación fallida
Durante la protesta, los trabajadores realizaron un corte frente al municipio a la espera de ser atendidos por alguna autoridad. El subcomisario Cardoso se acercó al lugar y se comprometió a gestionar una mediación con el intendente, lo que llevó a los manifestantes a liberar momentáneamente la calle.
Sin embargo, tras esperar más de una hora y no ver avances, retomaron el corte. Afirmaron que el subcomisario “nunca entró al edificio” y que sintieron que “se rió en la cara” del grupo. Asimismo, denunciaron que ni el secretario de Gobierno ni el jefe de Gabinete se presentaron para brindar una respuesta.
Expectativa de una solución
Los planilleros aseguraron que permanecerán en el lugar hasta obtener una respuesta concreta y que su reclamo es “simple y justo”: un aumento salarial que equipare su labor con la del resto del personal municipal. “No cuesta nada que el intendente salga y diga cuándo nos va a atender o qué solución va a ofrecer”, concluyeron.
Redacción: Diario Inclusión.













