En menos de una semana, dos cargas fueron saqueadas. La mas llamativa fue la del camión frigorífico en la ruta nacional 9/34, que desencadenó un momento de locura en los que transitaban por el lugar.
Un camión que volcara gran parte de su carga en un accidente ocurrido el pasado martes, muy cerca de una cerrada curva a pocos metros de la Difunta Correa, sobre el kilómetro 1535 en la ruta nacional 34, fue saqueado por personas que transitaban por el lugar. En minutos desaparecieron 11.000 kg de carne vacuna.
Esta acción en masa, perpetrada por personas que se estacionaron cerca del camión para poder apropiarse de parte de la carga, no fue percibida como un delito, pero sí justificada como «un regalo» por parte del chofer del camión, porque la carga «ya estaba perdida». No obstante esta pérdida se podría recuperar con el cobro del correspondiente seguro. Esta situación, analizada en frío, deja en claro que se trató de un saqueo tipo piraña, un delito punible cometido en ocasión de un accidente vial que bien pudo haber sido fatal.
Al momento del vuelco parecía hasta cómico ver correr a las personas con una media res al hombro, abrir el baúl del automóvil y continuar circulando con el baúl abierto, al no poder cerrarlo debido al tamaño del corte sustraído. Se vio camionetas 4×4 cargadas con hasta cuatro medias reses arrojadas en la caja, sin tener en cuenta que se trataba de un alimento de fácil descomposición. Según relatos de personas que pasaron por el lugar del accidente, aún cuando el conductor seguía en el interior de la cabina, intentado salir por sus propios medios, todavía en estado de shock por lo que había ocurrido y preocupado por el estado de la familia del automóvil Fiat con el cual había colisionado, varios conductores de vehículos que alcanzaron a ver la carne desparramada en la banquina, se detuvieron para llevarse todos los kilos posibles, sin intentar ayudar al camionero o a la familia del auto.
Cuando Sebastián Paz logró salir de la cabina del camión, poco pudo hacer para detener el saqueo, dejando que las personas se llevaran la carga. «No creo que se pueda consumir. El camión derramó combustible y la carne cayó sobre el combustible derramado, además, en la banquina había barro, todas estaban embarradas y con piedras incrustadas», manifestó Sebastián que intentaba entender cómo ocurrió el vuelco. Efectivos de Gendarmería Nacional fueron los primeros en llegar al lugar, pero no impidieron la continuidad del saqueo. Inclusive se estaba intentando abrir el acoplado con otros 12.0000 kg de carne en mejores condiciones, para vaciarlo y poder mover el pesado acoplado liberando de esa manera la ruta. Todo esto con el consentimiento del chofer del camión. Era un espectáculo aparte ver sobre la banquina, a la gente que se detuvo a la espera de que la mercadería sea retirada del acoplado. Muchos se encontraban en viaje de vacaciones y sacaron sillas reclinables, un mate y se dispusieron a la espera.
El comisario Juan Mendoza, de la Brigada de Investigaciones de General Güemes, se presentó en el lugar del accidente y detuvo la apertura del acoplado. Pidió que todos los vehículos estacionados, en espera de poder formar parte de un nuevo saqueo, se retiraran, para preservar la carga, de acuerdo a lo ordenado por el Fiscal Vidal Rey. Por esta situación, el fiscal de Güemes, podría iniciar una causa a todos los efectivos que debieron actuar para preservar la carga y no lo hicieron, permitiendo el saqueo. «Esto no tendría que haber ocurrido. La gente que se llevó la carne, formó parte de un hecho delictivo como ocurre en muchas partes del país, cuando un camión vuelca. Tal vez pareciera algo normal, pero sin embargo se trata de un delito», explicó el comisario Mendoza.
Desde las 7.30 aproximadamente hasta las 9, se pudo ver pasar por el peaje de Cabeza de Buey a camionetas y automóviles, transportando varias medias res en la caja o en el baúl, carne que fue tratada como si fuera una bolsa de papas. Se hicieron intervenciones en el control de la ruta 9 Ex Aunor, y en el control Río las Pavas, sobre ruta 34, camino a Jujuy, donde se interceptaron a camionetas llenas de carne al igual que otros vehículos de menor porte.
Solo se secuestró la mercadería, debido a que se conocía la procedencia. Igual control se montó sobre la ruta 10, camino a Aguas Calientes. Un lamentable incidente que invita a reflexionar porque no fueron agrupaciones sociales, merenderos ni planilleros ni gente de las villas los que cometieron el delito. Se trató incluso de gente que no evidenciaba ninguna necesidad económica y que fue parte de un saqueo en masa, un delito al parecer no visibilizado en accidentes viales.
